El circuito teatral de la región es activo y prolífero, por eso ante recursos limitados es importante elegir a dónde ir. Comparto algunos breves comentarios sobre obras que están en cartelera o
próximas a volver, para invitar al público a llenar las salas y nutrirse
con lo encantador de esta experiencia que empieza cuando se cierra la puerta y
apaga la luz.
Te voy a matar, mamá: ¡Quién esté libre de pensamiento
similar que arroje la primera piedra! Un unipersonal dirigido por Gustavo Lioy,
triplicado en tres actrices en tres días diferentes y cada una con su matiz:
Mariana Corral con el humor, Silvana Feliziani con el drama y Alejandra Kasjan
en la locura. Me tocó la parte dramática del show. Un guión catártico y
de marcada intertextualidad. Una actuación excelente y un paseo por
manifestaciones ciclotímicas no aptas para quien no disfrute emocionarse.
Muchas veces lo que conmueve no es la cualidad de la historia sino el talento
de quien la interpreta.
Bruma del desamparo: Fotografía, colores y belleza, una celebración a la estética de la cromática y la búsqueda de nuevas valentías en el trabajo escenográfico. La historia de un pueblo olvidado por una inundación que al manifestarse en el escenario azota también al corazón del espectador. En esta bruma su imagen inspira: La sorpresa, nadie piensa en ir, nadie busca, nadie vuelve. Fragmentos. Historias que se aplastan en reflejos que se inundan. Almas que miran desde el fondo hasta el costado, que se acercan y, sumidas en sus voces, reflotan el olvido que el diluvio tapó. Fue una de las producciones más destacadas del 2015. Una creación colectiva del grupo regional Embarro Teatro. Protagonizada por Ariel Forestier, Silvina Forquera, Diego Seage y Cintia Ullua.
Mujeres en oferta: Siete monólogos que reflejan formas de violencia y desengaño sobre la mujer. Machismo, intolerancia, subestimación, contrariedad. Siete historias coreográficas con montajes móviles adaptados en una orquesta de matices que se refuerzan en el complemento individual con el mensaje colectivo, interpretado en la importancia de la toma de conciencia sobre este tema. Una producción de desarrollo dinámico, entretenido y visceral que desde su dramaturgia, en pluma del uruguayo Federico Roca, cava profundo en el estómago y vomita de conmoción por su vinculación con la realidad. Con dirección de Carlos Barro y actuaciones de Bárbara Veselis, Analía Calvo, Itatí Figueroa, Agustina Lucero, Raúl Braga, Alejandra Kasjan Maroa y Mariel Suarez.
Todo mi sano cuerpo, te ofrezco: Las niñas bonitas corren
peligro en el pueblo de los hombres. Como lobos o perros ellos las miran por la
ventana, las embaucan con fotografías. El rezo, la mamita y la nube blanca,
¿quién dijo que la fe no hace milagros? Una obra empática para nosotras y
admirable para todos, con actuaciones geniales que te transportan a ese pueblo
donde estas chicas amasan pastas para sobrevivir. Y rezan, lloran y sueñan con
la lluvia. Desnudan sus almas en fragilidad de locura, y la cura, ese sueño.
Una producción del grupo Basta Flora Teatro de Fiske Menuco. Con actuaciones de
Soledad González y Laura Raiteri; dirección y dramaturgia de María Robín.
La extravagancia: Paradoja, drama y humor. Desdoblamiento
del tiempo y personajes, ¿fantasía? Extravagancia. Un televisor y ruido blanco,
historias que se entrecruzan a través del océano; una actriz fenomenal reina el
escenario dividida en cuatro, haciendo del grito mudo su bandera, del humo y la
incógnita su magia. Unipersonal interpretado por Laura Raiteri y dramaturgia
de Rafael Spregelburd. Producido por el grupo Basta Flora Teatro de Fiske Menuco
con dirección de María Robín.
Juliana Biurrun
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