Ser
Me movía como una rana. Flexionaba y estiraba brazos y
piernas al mismo tiempo. Mientras avanzaba dejaba una estela de ondas con el
contorno de mi cuerpo. La energía de ese movimiento se repetía más allá de mi,
se reproducía a mi alrededor. Se fundía con ese alrededor. Con esos movimientos
yo era en el alrededor.
En el aire se repetía el efecto. Con los mismos movimientos
podía volar, volar en estado horizontal. Podía moverme con igual facilidad en
los ambientes. Yo era en los estados, en el aire, en el agua, en el azul.
Todo ese movimiento que se expande habita en mi, mora en mi
cuerpo. Desde siempre viene conmigo. Desde hace tanto tiempo que no lo
recuerdo. El se reinyectó aquí en esa explosión que fue mi fecundación. Y se
reproduce como eco cada vez que me muevo.
No necesito nada. Esa magia vive en mi. La escucho, percibo
sus ondas en el aire. La siento, como siento el placer en lugares que no veo.
Como siento a mis ovarios cuando se estrujan entre relámpagos que anticipan la
tempestad.
---
Somos iguales, vos en mi yo en vos. No necesitás nada, solo
recordar que está ahí. Redescubrir tu poder innato, eterno. Transformarte a tu
esencia, renacer en fuego, aire, agua y tierra desde tu pecho. Reconocer al
ancestro de tu conexión botánica; el que se estira hacia arriba y adelante para
tocarse con los rayos. El que sigue la luz del sol para materializar la
alquimia mágica de los cloroplastos y la fotosíntesis en tu cuerpo.
Juliana Biurrún
Comentarios
Publicar un comentario