La vida en demasía: Intensa, metafísica y existencial
La vida en demasía es una obra de teatro regional que impresiona y
genera emociones fuertes. Sorpresa, identificación, desconcierto, conmoción,
gusto o desagrado son algunas de las direcciones para donde pueden disparar los
sentimientos durante la función.


Es una creación que pone en duda la cotidianeidad plana e indaga en escenarios
posibles más allá de la existencia material. Se sitúa en un espacio del no
tiempo donde no existe el pasado ni el futuro, solo el aquí y ahora en el que
los personajes se encuentran sin saber de dónde vienen ni quiénes son; por qué
están juntos en lo desconocido y unidos en un drama que no comprenden. ¿Acaso
están muertos y ese es el infierno? ¿De dónde viene la fuerza que los obliga a
convivir en la incertidumbre del olvido (o en estado de conciencia plena)?
Su contenido es de intertextualidad metafísica y existencial. En
sus matices toma pasajes de la idea de reencarnación y aprendizaje a través de
las vidas; de la red invisible que recorre el universo y conecta todas las
almas entre sí. Propone la certeza de dimensiones paralelas donde existen
muchas versiones de uno mismo generadas por cada posible decisión.
La Vida en Demasía induce al choque, provoca impacto, genera cosas.
Es movimiento y respuesta. Va hacia adelante en la búsqueda de una conclusión que
explique la desgracia que aqueja la historia. Y entre el vómito y la
podredumbre por la culpa y el miedo al cambio en que viven sus personalidades, descubre
el objetivo.
El elenco está formado por Pablo Di Lorenzo, Andrea Jara, Laura
Sarmiento y Alejandro Cabrera. Las actuaciones intensas y sollozantes son
acompañadas por una conjunción de méritos entre los que el sonido e iluminación
potencian las emociones de la historia y se integran en una estructura rítmica
que la acompañan con precisión. El agregado del maquillaje artístico realizado por el emprendimiento Luz y Sombras Make Up, optimiza el dramatismo de la función y deja la impronta cualitativa de un recurso no explotado en el teatro regional.
Con dramaturgia del director Pablo Todero y elaboración del grupo “Crash Teatro”, la obra es producto de un proceso creativo de construcción
colectiva y la mayoría del guión es resultado de ensayos de improvisación.
Es aguda desde el inicio y empieza con intempestivos que proponen el shock. Es oscura y a la vez luminosa, porque en ella se descubre el renacer infinito en un espiral que busca lo mismo cada vez: Materializar la
utopía de ser para seguir siendo eternamente. Porque la vida en demasía, es la
vida sin fin.
La obra puede verse todos los sábados de abril y mayo en el teatro Ámbito Histrión (Chubut 240) a las 21.30.
La obra puede verse todos los sábados de abril y mayo en el teatro Ámbito Histrión (Chubut 240) a las 21.30.
Juliana Biurrún
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