Sanar a sí mismo

Somos una pirámide que va de lo denso a lo sutil. Desde lo físico a lo espiritual mediado por la mente, la bisagra recolectora que a través del análisis y la atención, nos permite enfocarnos en las bases que guían la conciencia. Cuando alguna de las partes se desequilibra surge la llamada enfermedad; en términos más precisos, la mismísima falta de salud. Por derrame los sentimientos desencontrados del amor y envueltos en perjuicios de inseguridad en tod os sus matices, densifican el brillo natural que acompaña al ser. Esas ideas etéreas se trasladan a la mente como conceptos que se instalan en sus hemisferios y de a poco despliegan raíces secas que se extienden por todo el cuerpo. Esta bolsa de carne con la que caminamos todos los días, es la matriz natural donde confluyen los desequilibrios de los planos sutiles y cuando no resiste más el desorden, los expulsa. Como un ilustrado independiente que comprende lo que no es bueno para él, se deshace de las semillas de inestabilid...