Amor, karma y dolor. El final de Dexter Morgan
Para conocer la historia de Dexter pulsar aquí. ¡Publicación del 25 de enero de 2011!
La empatía fue el eje
que atravesó toda la serie, en su ausencia o presencia. Fue el punto de
conflictividad que determinó al personaje por su incapacidad de sentir como
los demás y por ende, no concebir culpa en el hacer daño. También fue el ángulo
de la nueva faceta de un protagonista en constante evolución, que deseó tanto apreciar
como los otros que, cuando lo logró, quiso que termine porque era demasiado
doloroso.
La personalidad de
Dexter Morgan se complejizó y desmenuzó por temporadas. Cada una ahondó en
diferentes aspectos que componen a un ser social y contribuyen al cuestionamiento de su existencia. En la primera se lo mostró violento, con su pasajero
oscuro en estado pleno y en carencia de cualquier soga que lo conecte con el
“mundo real de la gente normal”. Más tarde experimentó y se debatió con la
amistad, el amor de familia, la pasión, la admiración e incluso la fe. Todos
factores inimaginables para un sujeto que no gozaría de empatía con su entorno.
La faceta de atracción
con el sexo opuesto, creció conforme lo hizo el personaje. Con su
primera mujer, Rita, la directriz del vínculo fue el deber ser como una
pantalla diurna para su intensa vida nocturna. Más tarde, una hermosa piromaníaca
lo descubrió en su instinto sexual mientras que Lumen, una víctima rescatada
por él, fue la primera con quien compartió su verdadero yo y la sombra que
habitaba su aura. A ella la amó desde lo humano, el cuerpo y el corazón. Pero
el sumun de su evolución afectiva y de complementariedad, se manifestó con la llegada
de Hannah McKey. En su compañía, el interior de Dexter trasmutó y el amor que
sintió por ella le dio luz a su pasajero.
La temporada final fue
una de las más complejas al nivel del debate íntimo. El personaje de la doctora
Evelyn Vogel fue crucial en el reencuentro de Dexter consigo mismo. Reparó el
destrozo emocional que Debra acarreaba del ciclo anterior y puso en perspectiva
las relatividades de la mente, tomando como punto de partida la validez de
cualquier tipo de sentimiento y la convicción de no juzgar.
Con ella descubrió los
orígenes de su código y nutrió el concepto de familia por elección, la
necesidad de compartir con los seres queridos para alivianar la carga cotidiana.
En esta última sesión fue la primera vez que se lo observó sentir de verdad y
en la que su búsqueda de empatía para encajar en el sistema, nació real y
perdió su carácter de fachada.
El final
La búsqueda interna del
protagonista alcanzó su cumbre en el entendimiento del poder del amor y la
importancia de los vínculos para mantener el equilibrio en la vida. Así
evolucionó hacia una persona completa que necesitó del afecto para sentirse en
armonía.
Con este clima el final de
la serie fue redondo y explosivo. Su tensión extrema vaticinó una conclusión que
no tenía chances de ser romántica y en la que se cumplió lo augurado por Debra:
Dexter era un imán de lo malo.
Ella fue uno de los
costados más importantes de toda la historia, un personaje extremadamente
pasional en todos los aspectos. Desde su lenguaje hasta su amor, rencor e
incondicionalidad. Su despedida no debía ser menos y fue poéticamente dramática
para su nombre, un cierre digno de su esencia.
Pero
tal como presagió, las decisiones de su hermano fueron un atractivo para arruinar
lo bueno. Sin desearlo las acciones de Dexter concluyeron en la pérdida de todo lo que amó. Así fue
como se recluyó en la soledad de la compañía de su pasajero oscuro. En la vida
del karma que estuvo cerca de disolverse en un futuro brillante. Por elección se quedó sin todo lazo que lo conectara
con el mundo emocional y mereció vivir como castigo para recordar el daño;
recluido de cualquier vínculo potencial que lo lleve a destrozar alguna nueva
existencia.
Juliana Biurrún
yo igual digo que el cuadro en la pared m da miedo
ResponderEliminarHasta que lo conozcas :)
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