Insomnio
aunque parezca malo, tiene su encanto...
La oscuridad regala cuando libera. Las inhibiciones se desabrochan, las distracciones
se duermen en el día. De la noche nace el insomnio, que se trepa por ideas que corren
solas, cuando se escapan de la sombra donde se ocultan en el día.
Las
noches de insomnio son como vampiros, que se alimentan de jugos mentales y colores
que se incrustan de los surcos del cerebro, pintados con cúmulos y matices de
sensaciones diarias.
Las
noches de insomnio son espléndidamente caóticas. Los pensamientos se disparan y
conjugan en figuras donde de repente todo cierra y un conjunto de palabras se vuelve música.
De
noche la vida se convierte y los pálidos aparecen. Los sonidos cambian y las
luces titilan más fuertes. El viento menos desapercibido golpea con nervios la
ventana. Las voces se escuchan alzas desde lejos. Los motores de la rotonda se
aceleran y las calles se hacen de mil dueños.
De
noche la oscuridad se hace cielo en la vereda. El techo negro brilla y se dibuja
con historias de arquetipo universal. La contracara de la sanidad diurna
florece entre éstos pálidos, que despertamos cuando los ordenados se van a
dormir.
Hasta una nueva noche de insomnio.
.
Este texto es bello, bello en su misterio, bello porque es uno de esos textos inspirados, fluye, corre... y todo en un trasfondo poético, metafórico, hilaridad de los pensamientos y las palabras, es como una cinta desenvolviéndose. De los que leí, el que más me gusta.
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