Eli Suárez y la metamorfosis gardeleana

Tomar nuevas formas sin morir en el intento

En entrevista con Eli Suárez, cantante y guitarrista de Los Gardelitos, conversamos sobre las transformaciones de la banda y su identidad en la escena actual.


            Tal vez no sea de lo mejor empezar un escrito contando las eventualidades por las que se atravesó para conseguir el material, pero irrisorias son las reglas cuando se trata de destacar lo bueno de una experiencia. Pocas veces me tocó un entrevistado con tanta buena onda y voluntad. Claro está que la mayoría siempre tiene buen humor, es extraño que te toque un lengua retorcida sin ganas de hablar. Pero ojo, puede pasar… “nadie está exento de nada” (no olvidar). 

            Esta vez la predisposición se llevó el premio y las idas y vueltas terminaron en una mutua buena onda. Algo así fue lo que pasó: Primero nos comunicamos por teléfono y acordamos un día y horario, pero el destino jugó una mala pasada y la computadora de quien escribe se hizo la muerta un par de horas largas. Y por supuesto, el grito maldito casi alcanzó al cielo. Llegamos a un nuevo acuerdo, pero un imprevisto obligó al entrevistado a comunicarse cuando faltaban quince minutos para que termine el día, “¿podrá ser un poco más tarde?”, pero claro que sí. Y a la jornada siguiente, “¿lo hacemos por escrito?”, “no hay problema, cómo te sea más cómodo” le respondí.
Pero la tercera fue la vencida y dimos en la tecla, “estoy en una casa, ahora sí la podemos hacer”. Ok genial, entonces apretemos Rec.

            Eli Suárez es guitarrista, cantante y líder del grupo Los Gardelitos. Hijo del fundador de la banda, el fallecido “Korneta”, agarró las cuerdas del proyecto y puso voz a sus palabras escritas. Un pibe de Bajo Flores, sencillo, buena onda y sin aires de grandeza. Un loc@ común como vos que estás leyendo del otro lado, pero que hace unos años sentó nombre en el rock y ahora se calza un traje gardeleano con sombrero tanguero, para colgarse su stratocaster con estampa tipo cebra y rockear sobre los escenarios nacionales. 

            Debutaron en 1996 en Bajo Flores, grabaron un demo seguido por el disco “Gardeleando”. Hacia 1999 produjeron “Fiesta Sudaka” que fue editado por la multinacional Sony, al que le seguiría en 2004 “En la tierra de los sueños”. La última entrada al estudio fue en 2008 cuando registraron “Oxígeno”. Actualmente están de ruedo por Argentina con la llamada “Gira Oxigenada”, mientras se preparan para presentar el DVD grabado en vivo “Cine Teatro Los Gardelitos”.
Esto fue lo que Eli nos contó...

- ¿Cómo se viene esta nueva etapa a partir de la presentación del DVD “Cine Teatro Los Gardelitos”?

El lanzamiento va a ser el 25 de julio porque se reprogramó, estaba previsto para el 24 de junio. Esta etapa nueva arranca el 25 de mayo del 2010 con tres nuevos integrantes y debutando en el Teatro de Flores en una fecha que pasó a ser emblemática para la banda porque también un 25 de mayo tocamos por primera vez en Ciudad Oculta Rock (allá por 1996). Además, en el 2004 un 25 de mayo debutamos como trío en Cemento. A partir de eso se encaró esta etapa nueva volviendo al cuarteto, reincorporando la guitarra acústica al sonido en vivo. También con un sonido nuevo de la mano de los integrantes que se sumaron.

Los Gardelitos atravesaron por diferentes formaciones. La primera estuvo integrada por Korneta Suarez en voz y guitarra y sus dos hijos: Eli y Bruno en batería, junto al amigo de la familia, el bajista Jorge Rossi.
El 1 de mayo (días antes del debut en Cemento), Korneta apareció muerto y Eli (el único que permanece hasta hoy) tomó las riendas. La banda sufrió su primera modificación y los integrantes anteriores fueron reemplazados por Martin Ale en bajo y voz y Horacio Ale en batería. En la actualidad está compuesta en formación cuarteto por Fede Caravatti  en guitarra y voz, Diego Rodriguez  en bajo y Paulo Bellagamba en batería.

- ¿Cómo fue asumir el liderazgo de la banda tras la desaparición de Korneta?

Para mí fue algo muy repentino, inesperado y terminé estando de manera espontánea haciendo lo que sentía, que era seguir adelante con el grupo de la manera en que me lo demande. En ese sentido sentía que para seguir adelante tenía que tomar el micrófono y ponerme a cantar. Eso también me fue llevando a sin querer agarrar la lapicera y ponerme a escribir canciones. Entonces de alguna manera lo veo como una continuación y lo vivo con naturalidad. Siempre mirando adelante a ver lo que nos depara el futuro. Es una mezcla de responsabilidad y aventura, es bastante lanzado. Tiene un gran peso lo que la banda significa para la gente y para mí. Busco estar a la altura de las circunstancias esforzándome a partir de lo que la banda necesita.

- ¿Cómo fue la supervivencia de la banda a partir de tantos cambios en su formación?

Más que nada pasa a partir de la propuesta desde la música. Pasa por ahí, vas tratando de que el grupo tome nuevas formas pero sin perder el contenido, lo que propone y lo que es la música. Es muy interesante porque te empezás a replantear en cada transformación cuáles son las cosas esenciales en el grupo que tenés que conservar y cuáles son las cosas que tranquilamente podés dejar ir. Eso tiene que ver con una renovación que más allá de los cambios en la formación de la banda, es natural en cualquier persona.

- ¿De qué manera se vive el rock después de Cromañón?

Nos afectó de una manera especial porque nos tocó muy de cerca pero también afecta a todas las bandas. Se hacen más difíciles los recitales en vivo, las organizaciones se hacen más cuesta arriba y al no tener lugares, cada vez está más difícil empezar para las bandas under. Por otro lado, también ha quedado de alguna manera demonizado el rock con el estigma de Cromañón y eso hace más complicadas las cosas a la hora de hacer un recital. Sin embargo también tenemos que hacer un mea culpa y ser autocríticos, hay mucho que aprender de ese dolor y esa tragedia que se vivió.

- ¿Se fue regenerando el público gardeleano?

Fue cambiando. Ahora estamos en una etapa muy lindaporque la gente está redescubriendo el grupo a través de la formación actual, entonces se respira un aire fresco. Mucho entusiasmo hay en los recitales en todo el país y especialmente en el interior, pero ahora se está renovando la mirada hacia nosotros en Buenos Aires y Capital y eso es lindo. Yo creo que la esencia del público permanece más allá de que van cambiando por cuestiones de tiempo y generacionales. A la vez conservamos a gente que nos viene a ver hace muchos años y que le siguen gustando las canciones y las propuestas de la banda.

- ¿Y cómo interpretás esta esencia?

Tiene que ver con gente que está buscando algo distinto y a la vez que esté conectada con una especie de tradición de lo que es nuestro rock nacional y las cosas que a nosotros nos gustan y compartimos. Es gente que se identifica con las letras y con la música y a la vez de que hay una identificación, tienen buenas expectativas con respecto a nosotros. Quieren que vayamos mejorando en los recitales y en la forma de hacer los temas, en como los interpretamos. Te van pidiendo que tengas más contacto, son muy observadores del show en sí y sus variantes, de la puesta y la interpretación.
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El nombre Los Gardelitos surge de un homenaje al señor del tango, el gran Carlitos Gardel. ¿Y cómo se mezcla este género con una banda de rock? En la mixtura que entrelaza a los dos y los convierte en “rock sudaca”, como ellos lo llaman. Un sonido de tipo Stone en el que se mezclan, según dicen, estilos que intentan escapar a las etiquetas. 


- ¿Cuáles son los puntos en común entre el tango y el rock?

Creo que lo que tienen en común es que de alguna manera son formas que tenemos de expresar nuestras ideas, desde las alegrías hasta los dolores mismos, para así poder de algún modo representarnos a todos. Creo que en ese sentido son casi lo mismo. Después también está el tema de que son músicas que tienen una carga de calle muy importante en su génesis y también pueden ser en sí mismas una necesidad de vida. Esas cosas las puedo relacionar. También creo es muy cosmopolita, más allá de que el tango es algo que nos representa como argentinos y que el rock tiene una característica más universal, pueden llegar a compartir eso. Nosotros en Argentina somos una mezcla de culturas y razas y en el rock también se da mucho ese fenómeno, pero cada género lo representa un contexto diferente. Esta tendencia más universalista del rock también incorpora la cultura de este movimiento. 

- ¿Qué le da identidad a Gardelitos por sobre el resto de las bandas actuales?

Quizás lo que distinga a los Gardelitos es precisamente la búsqueda de identidad en las letras y la música misma. Tratamos de hacernos cargo de una variedad de estilos y géneros que nos gustan, expresarnos de nuestro modo y transmitirlos a nuestra manera. Por eso jugamos con el concepto de “rock sudaca”, porque decimos que es un rock que está hecho con nuestro estilo entonces no es un rocanrol clásico, una tendencia o algún subgénero en particular, sino que es un rock que puede abarcar distintos estilos. Creo que esa libertad también hace que paradójicamente la banda vaya revelando su identidad en cada interpretación.

Esta entrevista fue realizada previo a la presentación de la banda en el salón de la banda del boliche Bloke el 9 de julio del corriente.

¡Hasta la próxima!

Juliana D. Biurrún

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