La vida en sueños (y no de ensueños)

Antonio Birabent
           “Soñando por mi”. Hubo una época en la que estaba alucinada con esta canción. Fue cuando descubrí a un Antonio Birabent músico y muy talentoso (también actor), pero relativamente poco conocido en ese campo. 

           Siempre me gustó la sencillez de sus canciones. Y como nunca pude evitar hacer, el analizar cada letra que escucho, intentar darle un significado seguramente muy diferente al que tiene de verdad, hice lo mismo con esta. Las desmenuzo en cada palabra e intento comprender los por qué del autor que las colocó allí. Todo esto mientras atiendo a los arreglos, las bases, las líneas de los instrumentos. Hay momentos en los que siento que exprimo las canciones, literalmente, y me encanta. Son momentos casi sublimes en los que una canción penetra en tu mente y realmente disfrutás que suene desde ahí. Es entonces cuando el oír cobra jerarquía suprema sobre cualquier otro sentido; cuando gana sin dudas y con todos los números dentro. 

Retomando las primeras líneas – porque para variar me fui por las ramas -, esta canción no fue la excepción. Me hizo pensar en la relación entre los sueños y el amor. Quizás el sueño de algunos sea tener un gran amor y necesiten sólo de eso para sentirse realizados. Quizás haya otros que tengan un amor tan grande por alguien más, que terminen olvidándose de ellos mismos y sus sueños. Ninguno de los dos extremos me parecen buenos. Siempre fui de merodear diferentes costados y tengo un importante gusto por los tonos grises, pero ese es otro cantar.
Pequeños sueños*
Sobre los sueños. “Y ahora seguí, mi amor, soñando por mi”, cantó dulce y tristemente Birabent. Los sueños son lo último que se pierde, los que nos acompañan desde el momento cero hasta el millón, y quienes esperan caminar a nuestro lado durante los años que el tiempo nos quiera regalar. 
El título “Soñando por mi” es muy ambiguo. Por un lado habla de los sueños, que pueden entenderse como sinónimos de deseos; pero por el otro, quien escribe le pide a un tercero que los tenga por él.

Cuando alguien pierde los sueños, pierde la vida, el motor de cada día. Pierde el alimento constante para continuar avanzando en sus anhelos. Pierde la ambición de perpetuar la felicidad. Esta es la historia de un desamor que le robó la vida y hasta los sueños, y le ruega a voz rota que siga con la vida que él ya no puede tener. Es algo así como, “seguí soñando por mi, porque sin vos ya me morí”. 
Esta es una perlita de la música nacional. Una canción que tiene la virtud de la belleza en su sencillez. Acá se las dejo para que escuchen.


Juliana D. Biurrún

Comentarios

Entradas populares de este blog

¿Qué es el under?

La casa del guru, el lugar más sagrado de la tierra

Curar desde la conciencia. Terapia de Vidas Pasadas como alternativa de sanación.