Sobre la belleza

La bondad embellece a la gente y cuando un sujeto es capaz de percibirla en alguien más, su nivel de parcialidad aumenta hasta que inevitablemente, se convierte en alguien bello para esos ojos (no necesariamente atractivo). Para que esto suceda no es necesario compartir un nivel profundo de conocimiento, sólo alcanza con sentir la vibración que emana esa persona desde la mirada y el tono de su voz. Los parámetros tan distorsionados sobre este tema que conviven en el colectivo cotidiano, chabacano y superficial, alisan las psiquis de montones de señoritas que se deprimen cuando ven que su cola tiene forma de cuadrado y no se parece a las manzanas que salen por TV. En este falso paradigma mediático que propone a la belleza superficial como una especie de “valor supremo” (y donde los egos que las portan se vuelven intocables por hermosos), se deforman las bases en los modos de relación para con los demás y la manera en que se presentan ante el mundo. Los métodos de atracción má...