La chica de Murphy

Pasa en la vida real. No en las películas ni en los cuentos. Pasa en ese instante en que apoyás el manojo de llaves en el asiento del auto. Pasa en ese instante en el que soltás la puerta del auto y te percatás de que sus llaves están adentro también. Pasa cuando intentás abrir la puerta y te das cuenta de que todas tienen el seguro puesto. Pasa cuando te quedás sin la cartera, sin la billetera, sin el celular, sin 25 centavos para llamar desde un teléfono público. Pasa cuando tenés que ir a votar y el DNI está dentro del auto. Pasa cuando hacen 30 grados de calor y queda una hora para que cierren los comicios. Pasa cuando es domingo a las cinco de la tarde y ningún vecino te abre la puerta. Pasa cuando vivís muy lejos y varios kilómetros de ruta e insolación te separan del centro. Pasa en la vida real. Pasa en la vida de Ananda. Por eso la historia sigue. La hora límite se acercaba. Llegó corriendo al colegio Faustino Fernández con el pasaporte en la mano pero estaba cerrado....