Perú, un país intenso.
Observaciones sobre la cultura andina
Si hay una palabra
que define a Perú, es INTENSO, todo con mayúsculas. El clima y la comida, el
relieve y sus contrastes, la gente y su insistencia, la belleza y su pobreza,
el tránsito y el ruido, las calles y su caos. La cultura tan presente y
paradójicamente ausente.
Su
gente vive en un relieve adverso para casi cualquier criollo, con subidas y
bajadas permanentes en alturas por momentos agobiantes. Allí la vida cotidiana
es un entrenamiento constante contra la adversidad y en la sociedad, parecen
mantenerse intactas las proposiciones de su pasado inca: “No robarás, no mentirás y no serás perezoso”. El seguir estas
premisas le habría permitido a la cultura andina, erigir un imperio en el que vivieron
en palacios y fueron profesionales de las ciencias sin estudios.
Esta esencia se respira hasta hoy en sus calles mientras en las escuelas enseñan inglés. Es paradójica la disociación que surge aquí entre pérdida y mantenimiento cultural: Se capacita para trabajar el turismo y en la educación no se enfatiza por qué, como dijo un taxista, son “mendigos sentados en un trono de oro”.
Quien los visite nunca estará a la deriva porque en la vía pública, se ofrece permanentemente hospedaje, excursiones, moneda de cambio y gastronomía, entre otras. Aquí nace una de las diferencias entre lo que mi compañero llama “el turista de foto y el de aventura”. El primero llegará en busca de lo seguro hasta registrar la imagen típica de la zona. El segundo, explorará y explotará el tiempo, encontrará en cada lugar un suceso y descubrirá una historia en cada sujeto. Se llenará de recuerdos y observaciones, al punto de mimetizarse con el contexto para sentir y comprender que existen infinitas maneras de vivir.
En el interior de
Perú la contaminación sonora es infernal y los bocinazos son permanentes. En
las calles hay más transportes de servicio que personales y en su tránsito
conviven con el orden dentro del caos. Las zonas urbanas están superpobladas de
motos, mototaxis y taxis que todo el tiempo rozan el límite de trasgresión sin
incurrir en accidentes. No se usan cascos y tampoco bicicletas.
Respecto
a la alimentación, no desperdician nada y con las cosas que aquí tiramos, allá
hacen sopas. Por ejemplo las patas de gallina se usan para la llamada “dieta de
pollo” y el sector de los embutidos es protagonista en los supermercados. La
variedad de salchichas, fiambres y partes ignoradas de los animales, son de
consumo primero en la tierra andina.
El arte en Perú
En
la biografía se cita a expresiones como la música clásica y contemporánea entre
los fuertes culturales del país. Pero en lo cotidiano, su presencia es nula y
en los lugares públicos o de hospedaje, suenan canciones viejas y repetitivas,
me atrevo a escribir que de la mala comercial.
Lo
incongruente es que todos tienen acceso a internet y hay cibers en la mayoría
de los lugares. La web es la voz cantante de la democratización de la
información y cualquiera que sufra la virtud de la curiosidad, acude a este
remedio. Entonces ¿qué pensar de la reiteración constante de chatarra sonora?
Pareciera que predominan pocas pretensiones sobre la musicalización y su calidad.
Pero si la contaminación del sonido se siente naturalizada, ¿cómo sorprenderse
con esta falta de atención al playlist de todos los días?
He
aquí una anécdota al respecto: En un bar el hombre que cobraba preguntó,
“¿Argentina? ¡Wachiturros! ¿Allí escuchas Wachiturros? Aquí nos gustan mucho,
lo consideramos buena música". Todo dicho. Por suerte al otro día un
taxista comentó que le encantaba el rock argentino, en especial el señor Charly
García. No todo estaba perdido.
Por otro lado, los
medios gráficos de comunicación son sumamente sensacionalistas y amarillistas
mientras que son furor las historietas apócrifas de The Walking Dead. También
tienen buenas producciones cinematográficas como la película “Asu Mare” del
actor y humorista Carlos Alcántara y “Cementerio General” de Dorian Fernández
Moris, la primera historia de terror peruana basada en leyendas urbanas
alrededor del cementerio de Iquitos.
Respecto
a la literatura, desde el Estado parece prestarse especial atención a fomentar
la producción lugareña. En la calle se consiguen ediciones de “munilibros” en
puestos ambulantes y hay delegaciones de bibliotecas municipales exclusivas de
autores regionales donde sus textos se consiguen a bajo costo. Estos son organismos de gobierno a los que
asisten más turistas que peruanos, según lo conversado durante una de las
visitas.
Lo vinculado al diseño
también está muy estimulado desde lo estatal y educativo. "Convertí tu
talento en una profesión" y frases de ese estilo, se leen frecuentemente en la vía pública. Esto sumado
a la genial marca país que los identifica y el nivel creativo de los murales
que visten sus calles, hace evidente que lo visual y el color son de sus
principales apuestas.
En
las manufacturas artísticas que frecuentan la venta callejera, predomina el
arte comercial turístico sobre la elaboración artesanal de telas, adornos, vasijas
y bijou, entre otras. Es decir, se comercializan elementos evidentemente
fabricados en masa y no de origen exclusivo como se supone, debería ser.
Las cholas,
damas incansables de multicolor
En el medio de la
nada se las ve. Por las calles cuesta arriba o en la cima de alguna elevación
cercana. Con la piel curtida y de sandalias gastadas caminan con sus bolsas en
la espalda. Ahí llevan sus elementos de venta y a veces algún niño. Parecen
tener energía infinita y ser poderosas contra el entorno adverso. Trabajan
desde que se despiertan hasta que vuelven a dormir. En el intermedio crían a
sus hijos y son pieza fundamental en el sostén del hogar, vivan solas o en
pareja.
Son
insistentes y obstinadas para vender aros, sweaters o medias a los turistas. “Es
de piel de llama”, repiten sin respirar para aumentar la posibilidad de compra.
Son fuertes y tenaces, no se permiten volver a casa sin nada en las manos.
A
todos lados van con sus llamas. Para ellas son posesiones de mucho valor y las
crían desde pequeñas. No son sólo mascotas de afecto y compañía, también son objetos de lucro: Para sacarles una foto
con consentimiento, la chola exige propina. Y si se dispara sin avisar y ella
se da cuenta, persigue al intrépido hasta cobrar una moneda.
Las Islas de los
Uros y sus féminas
Sobre el lago
Titicaca, el navegable más alto del mundo, flotan las islas artificiales de los
Uros, una civilización descendiente de los indígenas Uro que se refugiaron allí
para escapar del imperio Inca. En el espejo de agua hay aproximadamente 70 de
estas construcciones que tienen tres metros de espesor y están hechas con
totoras y sedimentos que crecen en el lugar.
Entre
sus fuentes de vida se destacan la pesca, el tejido y el turismo como uno de
los principales ingresos. Tal es así, que el trato hacia quienes los visitan es
de sobrada bienvenida y es normal que los inviten a conocer sus chozas y pasear
en bote.
La
estética de las mujeres es similar a la de las cholas que se ven en el resto de
Perú. La diferencia entre ellas radica en que su ropa es una forma de
comunicación sobre el estado civil. Las casadas se visten con colores apagados
y usan pompones de lana oscura en las puntas de sus trenzas, mientras que las
solteras, se enfundan en tonos brillantes, como amarillos, fucsias y celestes.
Lo que coincide en todas, es que cerca de los dos años cuando caminan firmes,
les ponen su primera pollera hasta la eternidad.
Las parejas se forman
generalmente en los bailes y cuando una señorita quiere llamar la atención de
un muchacho, lo mira y mueve los pompones de sus trenzas para exteriorizar el
interés. Así él se acerca y surge la posibilidad de concretar una cita en bote,
donde los enamorados suelen darse sus primeros besos.
El
arte del tejido al ser uno de los principales sustentos, es incorporado a
temprana edad entre los pobladores. A los cinco se les empieza a enseñar y a
los siete deben dominar la técnica, es decir, poder hacer paisajes y retratar
la vida cotidiana en las telas. Sucede lo mismo con los varones. Esta práctica
es de tal importancia en su cultura, que quien no la desarrolla deja de ser
considerado buen ciudadano y se lo tilda de "vago", por no estar
capacitado ser parte del sustento.
Argentina
sentimiento internacional
En
Perú pareciera que admiran a los argentinos o por lo menos, que les tienen
cariño. Además de ser una sociedad muy amable para con nos, destacan con
frecuencia las ¿virtudes? de sus oriundos o a sujetos coterráneos que en la
actualidad, son únicos en el globo.
“Ustedes tienen al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Maradona es el
Padre, Messi el Hijo y el Papa Francisco el Espíritu Santo ¡Ahora tienen
también a la Reina
de Holanda!”. Comentó un guía. Y siguió con su reflexión, “Argentina… buenos futbolistas… usted seguro
debe ser un buen jugador. Nosotros hace veinte años que no vamos a un Mundial,
¡cinco mundiales que no participamos!
Dicen que en Argentina levantás una piedra y sale un jugador de fútbol. Tienen
al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. ¡Y ahora tienen a la Reina !”,
repitió entusiasmado.
Eva
Duarte de Perón es otro factor común que aparece en las conversaciones cuando
un extranjero se refiere a la tierra albiceleste. Coreanos from Corea y
asiáticos del Barrio Chino de Nueva York, la recuerdan en la versión Maddona de
“Don’t Cry for me Argentina”. Si bien la conocen por la Chica Material ,
tienen presente entre sus primeras referencias a quien fue una primera dama
polémica y sin dudas una gran mujer.
Y
Boca, la Bombonera ,
el azul y amarillo reaparecieron y remeras ropa interior. Hasta los vinos
dijeron presentes en tierra peruana y las botellas de Postales del Fin del
Mundo se cotizaban en el mercado a lo que un Rutini en suelo argento.
Para terminar, es
importante recordar que lo contado en este texto es un resumen subjetivo de algo
imposible de resumir. Sucede que las observaciones de un turista de aventura
nunca terminan de pensarse. El aire de la mente fuera del hábitat, potencia los
sentidos e impregna con sentimiento de realización a quien esté encendido en el
viaje, mientras las ideas que surgen de cada asociación dan fuerza al origen
nómade del ser humano: Existen infinitas maneras de vivir, solo hay que saber
que es posible.
¡Hasta la próxima!
Texto y fotos, Juliana Biurrún.
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