Sobre la muerte
La concepción lineal del tiempo y el binomio de cielo e infierno promulgados por la invasión del monoteísmo en la cultura occidental, ha impregnado a la sociedad con miedo y rechazo inherente a la muerte. La resistencia frente al acontecimiento más natural de la vida y su interpretación como un hecho dramático e injusto, genera la idea inconsciente e ilusoria de la inmortalidad del cuerpo y la posiciona frente a la visión identificada con la carne, como un fallo o error de la danza divina. Pocas veces se piensa en que lo mejor que le puede ocurrir al cuerpo, a veces gastado y adolorido, es morir para continuar el viaje. La cultura occidental nos ha educado en el egoísmo y en el apego a lo efímero y finito, porque la resistencia a la muerte radica también en la tristeza del que se queda por el apego al que se va, considerando la partida como un viaje hacia la nada, hacia el cielo o el infierno. Pero, ¿acaso existe la nada? La sola idea de intentar concebirla genera la aparición de un c